Revalorización de las pensiones en 2025
En 2025, las pensiones contributivas experimentarán una revalorización del 2,8%, con el objetivo de preservar el poder adquisitivo de los pensionistas ante la subida de los precios. Este ajuste proviene de la aplicación del Índice de Precios de Consumo (IPC) interanual medio entre diciembre de 2023 y noviembre de 2024, conforme a lo establecido por la reforma de pensiones de 2021. La confirmación del IPC de noviembre de 2024, que se situó en 2,4%, asegura que el incremento será finalmente del 2,8% para el próximo año.
Un proceso automático de revalorización
La revalorización de las pensiones es un procedimiento automático que se lleva a cabo desde hace tres años en cumplimiento de la Ley General de Seguridad Social. De acuerdo con esta normativa, las pensiones contributivas se actualizan al inicio de cada año en función del IPC interanual, lo que significa que la evolución de las pensiones está directamente vinculada a la evolución de los precios en el país. Este mecanismo busca que los pensionistas no pierdan poder adquisitivo debido al aumento del coste de la vida. Este avance garantiza que las pensiones sigan el ritmo de la inflación, sin necesidad de reformas legislativas adicionales cada año. En 2024, la revalorización fue del 3,8%, en 2023 del 8,5% debido al contexto inflacionario, y en 2022 se situó en un 2,5%.
Impacto del incremento en las pensiones
Gracias a este aumento del 2,8%, los pensionistas con una pensión media de jubilación verán un incremento aproximado de 600 euros al año. En el caso de las pensiones medias del sistema, el aumento será de alrededor de 500 euros anuales. Esta subida afectará a más de 9,3 millones de pensionistas en España, así como a los 720.148 beneficiarios del Régimen de Clases Pasivas del Estado, quienes también verán un aumento en sus prestaciones. Así, un pensionista que actualmente cobra una pensión mensual de 1.441 euros, importe correspondiente a la pensión media de jubilación en 2024, su pensión aumentará en 2025 hasta los 1.481,35 euros al mes. Este ajuste supone un incremento anual de 564,87 euros.
Revalorización de las pensiones máximas
La pensión máxima también experimentará un incremento del 2,8% en 2025, con un ajuste adicional de un 0,115%, tal y como establece la reforma de pensiones, es decir, subirá un 2,915%. Como resultado, la pensión máxima alcanzará los 3.267,55 euros mensuales en 14 pagas (45.745,7 euros anuales) frente a los 3.175,04 euros mensuales de 2024.
Incremento de las bases máximas de cotización
La base máxima de cotización a la Seguridad Social aumentará más que la pensión máxima. Desde 2024 y hasta 2050, se revalorizarán cada año según el IPC más 1,2% adicional. Así, en 2025 experimentará un incremento del 4%.
Aumento de las pensiones no contributivas
Además de las pensiones contributivas, las pensiones no contributivas, aquellas destinadas a personas que no han cotizado lo suficiente al sistema de Seguridad Social, también experimentarán un incremento significativo en 2025. Este aumento será superior al 2,8% aplicable a las pensiones contributivas, como parte del compromiso del Gobierno para reducir la brecha de desigualdad y garantizar que los sectores más vulnerables no caigan por debajo del umbral de pobreza. En el año 2024 la subida fue del 6,9%, por encima del alza del 3,8% de las pensiones contributivas. Las pensiones no contributivas benefician a aquellos que, por diversas razones, no han tenido acceso al sistema de pensiones contributivas o no cumplen los requisitos para obtener una pensión completa. Queda pendiente que el Ministerio de Inclusión y Seguridad Social publique la subida para las pensiones no contributivas y mínimas.
Impacto en el presupuesto de la Seguridad Social
Uno de los aspectos más destacados de la revalorización de las pensiones para 2025 es su impacto en el presupuesto de la Seguridad Social. Según los cálculos del Ministerio de Seguridad Social, cada punto de incremento interanual del IPC supone un coste para las arcas públicas de 2.606 millones de euros. Por tanto, se estima que el aumento del 2,8% en las pensiones implicará un coste adicional de más de 7.300 millones de euros anuales, lo que refleja el compromiso con los pensionistas en un contexto económico en el que la inflación sigue siendo una preocupación para la estabilidad financiera de los hogares. A esta cifra se deben añadir los incrementos específicos para las pensiones mínimas y no contributivas, lo que tendrá un impacto aún mayor en el gasto público.
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