En el complejo panorama de la jubilación en España, la opción de la jubilación demorada, también llamada jubilación diferida, emerge como una estrategia significativa, permitiendo a los trabajadores extender su vida laboral más allá de la edad ordinaria de jubilación.
La jubilación demorada, disponible para aquellos que han superado la edad ordinaria de jubilación, se presenta como una elección voluntaria. Se requiere un mínimo de 15 años de cotización a la Seguridad Social y cumplir con la edad mínima de jubilación ordinaria del año en curso. Aquellos que eligen la jubilación demorada se benefician con un complemento económico en su futura pensión. Este complemento puede adoptar diversas formas:
1. Porcentaje Adicional: Un aumento del 4% de la pensión por cada año completo cotizado después de alcanzar la edad ordinaria. Este incremento se reflejará mensualmente durante toda la vida del jubilado. Antes de la reforma de pensiones del 2022 este porcentaje era el máximo, siendo el mínimo el 2%, si no alcanzabas un mínimo de cotizaciones. Ahora se iguala para todos los trabajadores que decidan aceptar este retraso en el pago de su pensión de jubilación.
2. Cantidad Fija por Año Cotizado: Un pago único en el momento de jubilarse, cuya cuantía varía según los años cotizados al llegar a la edad de jubilación. Si en ese momento de alcanzar la edad ordinaria de jubilación, se atesoran menos de 44 años y seis meses cotizados, se aplica una fórmula específica que dependerá de la cuantía inicial de tu pensión. Y con 44 años y medios de cotización, o más, se utiliza la misma fórmula, pero incrementada en un 10%.
Con esta fórmula también conocida como "cheque" de jubilación demorada, la Seguridad Social te ingresará un pago a tanto alzado similar a una indemnización, y lo hará cada año antes de jubilarte. Esta cuantía puede alcanzar los 12.140,76€ de indemnización anual en el 2024.
3. Fórmula Mixta: Esta novedad combina tanto el aumento porcentual en la pensión como el pago único al jubilarse. Esta fórmula permite un incremento en la pensión por cada año de demora, acompañado de un pago único equivalente a la mitad de la modalidad tradicional.
Pongamos un ejemplo. Imaginemos que Jorge optó en su día por acogerse a la jubilación después de los 65 años, y ha estado trabajando hasta los 67 mediante el mecanismo de la jubilación demorada. Dos años adicionales en total. Y ha acumulado 40 años de cotización a la Seguridad Social, lo suficiente para cobrar la totalidad de su base reguladora. Si por jubilación ordinaria a Jorge le hubiera pertenecido una prestación de 2.000 € al mes (el 100% de su base), tras un periodo de dos años de jubilación demorada podrá aumentar ese porcentaje en un 8% (4% multiplicado por 2). Cuando Jorge se jubile definitivamente no percibirá 2.000 € sino 2.160€ al mes el resto de su vida. De este modo, le ha compensado retrasar la jubilación voluntariamente dos años.
Si Jorge cumple los 65 años en 2024, y prefiere disponer de un ingreso extraordinario anual mientras sigue en activo, esta segunda posibilidad recientemente habilitada lo permite. Con esta opción, Jorge seguirá trabajando hasta los 67 años y la Seguridad Social le pagará un ingreso extra cada 12 meses. La cuantía de este ingreso extraordinario por jubilarse más tarde, según la normativa, varía en función de los años de cotización acreditados en la fecha en que se cumplió la edad de jubilación ordinaria, no después. En el caso de Jorge, con una pensión inicial de 2.000€ le corresponderá un pago extra de 9.174,83€ cada 12 meses hasta que solicite la pensión de jubilación. No olvides que con esta opción la cuantía de la jubilación no se ve mejorada.
Si Jorge opta por esta tercera fórmula, puede solicitar un incremento de su base reguladora del 4% por el primer año y un "cheque" por el segundo año, con la cantidad que le corresponda.
¿Hasta qué edad se puede prolongar la vida laboral? La Seguridad Social no impone un límite de edad para disfrutar de la jubilación demorada. Se trata de una jubilación después de los 65 años o de la edad de jubilación ordinaria que se aplique en cada caso. Eso sí, es fundamental considerar que la cantidad exacta que se recibirá al optar por la jubilación demorada, en cualquiera de sus modalidades, dependerá de las circunstancias personales de cada individuo, incluyendo los años cotizados y las bases de cotización
Conclusión
En un contexto donde las decisiones financieras durante la jubilación son determinantes, la jubilación demorada se presenta como una estrategia que proporciona flexibilidad y recompensas significativas. Ya sea a través de aumentos mensuales en la pensión o pagos únicos considerables, o a través de una fórmula mixta de las dos anteriores, esta jubilación brinda a los trabajadores una forma concreta de optimizar su bienestar financiero en la jubilación.
Por todo ello, la jubilación demorada no solo implica una decisión económica, sino una elección estratégica que puede modelar de manera positiva tu futuro financiero y calidad de vida.
Adicionalmente, no hay que perder de vista que la jubilación demorada contribuye indirectamente a la sostenibilidad del sistema al implicar a los contribuyentes. Dentro de las ventajas e inconvenientes de postergar la jubilación, este aspecto social positivo también debe ser considerado, además de los aspectos puramente económicos
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